miércoles, 3 de octubre de 2012

De blogs olvidados y aniversarios.

Se me acaba de pasar que ayer este blog cumplió un año. 
No voy a decir que qué padre que cumpla un año porque casi ni siquiera he escrito aquí. Se supone que lo creé para comenzar desde cero, escribir menos emo y abandonar mi otro blog que también ya está muerto.

Sí, señores, tengo tendencia a abandonar absolutamente todo y por eso no soy gimnasta profesional, ni nadadora, ni pintora, ni taekwondoína, ni psicoanalista, ni actriz, ni Jillian Michaels, ni nada de las cosas que una vez empecé y después dejé atrás. Podrán llamarme huevona, pero si no me apasiona, ¿qué le vamos a hacer? 

Y escribir me apasiona, y muchísimo, pero creo que me gusta escribir sobre cosas más personales y mis sentimientos y cosas enfermas y poemas cursis vergonzosos. En fin, cosas que no voy a poner aquí porque cada día soy más paranoica y me da miedo que descubran dónde vivo o cómo se llaman mis papás, o cosas así... 

Tampoco me voy a forzar a escribir si no quiero ni estoy inspirada. No quiero ser como la bola de ridículos que se creen escritores sólo porque tienen el diccionario junto a la computadora y meten palabras rimbombantes sin contexto ni relación alguna con lo que están escribiendo y ya porque saben escribir con acentos creen que pueden triunfar como escritores.

Ni siquiera sé qué objetivo tiene este post. No les voy a pedir perdón por no postear seguido porque de todas formas casi nadie me lee. No le voy a pedir perdón a mi blog porque...dude, ni tiene sentimientos. No le voy a pedir perdón a nadie porque de todas formas las guapas no le pedimos perdón a nadie.

Felicidades a mí por... otro blog abandonado, sí.

viernes, 29 de junio de 2012

La tarde se va enfriando y no me gusta el cielo desaturado; la ventana está polvosa y yo no puedo evitar sentir estas profundas ganas de gritar. Un día gris, gris, gris. Una tarde triste, triste, triste.


Pero más molesto que el polvo, el frío y la incomodidad, es la lejanía de tus manos, que tus labios no están acariciándome, que tus ojos no están aquí, y que mi corazón no puede sobrevivir.

viernes, 13 de abril de 2012

Remember when you were young and happy? Fearless. Invincible. Worryless.
You could fly, be a hero, be a fish, bake a cake, play for hours, and be immortal. Loved, loving, shameless.
You could cry for hours between their arms, and suddenly everything was perfect again. They wouldn't let you bleed again...
I always said everything becomes easier when you just don't care anymore. Little I knew about how easy it is to say it, but so hard to be done.

Where did everything go? What have you become?
Now you can't even write because you're just way too afraid. Your teary eyes looking through a dirty window while you sit in that old train. You're even afraid to cry. You stare at nowhere, yet, you can see everything. 
Remember how she always told you to save your tears for something more important? Little she knew about how easy it is to say it, but so hard to be done.

In which moment did I fuck it up? How did we become this?
You're scared, you bleed, you're sad, you can't smile, you can't cry. But oh, you have to be strong, boy, you have to be brave. More pain is coming. Be a man.
But they all tell you to live like a kid again, to be yourself, to stop worrying. Little they know about how easy it is to say it, but so hard to be done.

You stuff up your mind with these silly thoughts, you talk to silly people, you sleep to your silly dreams. 
Hey, you shall not feel, you shall not worry, you shall not think, you shall not start a riot. Follow me, follow everyone. 
Just another little brightless soul, trained to be one of the bunch, pushed down, swallowed, drained. 
They say everything is easier when you're free, then you should find your freedom. Little they know about how easy it is to say it, but so hard to be done.

Remember when you were young and happy? Floating, running, sleeping.
You never thought you'd bleed so much, or hate yourself in that way, or destroy yourself slowly, or have nobody caring about you, or be nobody...
You're completely lonely.
That's how you got here, and that's how you'll leave. Little we all know about how easy it is to say it, but so hard to live with.

martes, 10 de abril de 2012

Hombres molestos que platican.

Hace algunas horas, mientras vivía mi emocionante y aventurada existencia, regresando hacia mi casa, me encontraba esperando el metro cuando noté que había un tipo que me miraba fijamente.


"¿Qué me ves, puto?" Pensé en decirle. Siempre he sido una mujer muy fina.
Me puse a pensar y divagar y a ser paranoica y pensar que me analizaba para secuestrarme. Después me enojé porque una ya no puede usar shorts en la calle porque le gritan "mamacita".
Llegó el metro, me arrinconé en una esquina y me senté en el piso. Dos segundos después, noté que el tipo creepy estaba en el mismo vagón que yo, enfrente de mí.
"Carajo, se la va a pasar todo el viaje viéndome". Noté que se acercaba más y más, y lentamente se sentó junto a mí. 
Game over.


-"¿Estás triste?" Me preguntó.
-"¿Qué?"
- "Que si estás triste. ¿O estás enojada?" Me preguntó con voz bajita.
-"Uhm... no" Le respondí desconcertada.
- "¿Te molesto?"
- "Uhm... no sé aún."
- "Me llamo [Insertar aquí un nombre que no recuerdo] ¿Y tú?"
- "[Insertar mi segundo nombre porque no le quería dar el primero]"
- "¿Y eres del D.F?" Su pregunta me pareció extraña
- "Uhm... ¿Por qué no habría de serlo?"
- "Yo soy de Tecamac, pero vine a buscar ropa porque soy chambelán y voy a bailar dentro de 15 días."
- "Ah..."
- "¿Y tienes mail o Facebook o algo?"
- "No. No tengo computadora" Le mentí.
- "Ah, ya. Wow, tiene mucho tiempo que no hablaba con una chica tan linda. Mi ex-novia era muy celosa y no me dejaba hablar con mujeres. ¿Tú no tienes novio? Estás muy bonita como para no tenerlo" Su plática comenzaba a irritarme.
- "Sí, sí tengo. Bueno, más bien es novia" Le mentí y fingí una risita tonta y tímida.
- "Ah, ya... entonces eres..."
-"Sí, soy lesbiana. ¿No es un poco obvio?" Le volví a mentir. 
- "Ah, no... qué cosas."


Se quedó callado y no volvió a hablarme por el resto del viaje.
Y así fue como encontré la manera más efectiva de librarme de hombres molestos y platicones. Tomen nota.

martes, 13 de marzo de 2012

Disheveled.

At this stage, 
where words are meaningless,
smiles are fake, 
kissers betray you, 
and clouds go gray.


You should remember 
to stop looking back, 
start looking in, 
breaking your walls, 
and not giving in.


'Cause blue times are closer,
feathers might come;
they'll see you running,
but won't let you fall.


So, be patient and wait,
don't cry - just behave,
'cause soon you'll be off
to dance in a whole new wave.


Feathers in your bed, 
spark in your tears,
your smile so bright,
and there's no more fear.

miércoles, 22 de febrero de 2012

3 cosas que odio de la gente.

La gente siempre me ha desagradado mucho. Siempre he pensado que son idiotas, huecos, impulsivos, huelen mal, son como animales. Incluso decir que "son como animales" es una ofensa para los mismos animales. En fin...


Como últimamente todo me molesta más de lo normal y tengo una marcada actitud de carajohacefríoytengomuchosueñoyputamadreyaquieroqueseterminelaprepaporqueyameaburrióymecaemalmisalónytodossonunosimbécilesyenelmetrolagenteesespecialmentelentayestúpidaymecagantodos, haré una pequeña lista mal hecha de 3 cosas en particular que me molesta que haga la gente.
En realidad son 3 actitudes molestas de la gente hacia mí. So, yeah, será un post ególatra.


3.- Que me hablen con palabras ridículas.
Ser adolescente y ser tan amargada no es fácil, sobretodo cuando tu generación es tan estúpida y ridícula. 
Alguna vez ya mencioné que me desagradan mucho los diminutivos innecesarios, como: escuelita, personita, lapicito, comidita, agüita, letrita, cuadernito, casita, carrito, amigui, zapatito, etcétera.
Y es todavía más ridículo cuando las niñas estúpidas le agregan una "S" a todo lo que ven: amors, dibujars, hablars, comers, bañors, y más palabras ridículas que no voy a mencionar para que mi cerebro no explote.
And oh, there's more! Cuando las mismas niñas estúpidas deciden referirse a ti como OTRA niña estúpida, diciéndote: nena, amigui, amiguetta (con doble t), niña, bomboncito, gordis. O cuando se quieren hacer las rudas y te dicen: "Tee amooww puthaaa!!!ONE!1!" o "Ay, eres la onda, bitch"
O no sé, tal vez ellas están bien y viven la alegría de la vida color de rosa y yo sólo soy una amargada que sólo quiere que hablen (y escriban) como personas decentes. 




2.- Que me piquen las costillas.
No sé por qué los hombres tienen esa horrible manía de estarle tocando y picoteando las costillas a las mujeres. Sinceramente no sé si esperan algún día apuntar mal y en lugar de tocar costillas tocar un seno o algo así; lo cuál sería verdaderamente patético. Digo, ¿Molestar a las mujeres todo el tiempo nada más para ver si algún día tienes la oportunidad de tocar senos? Mejor consíguete una novia. O tal vez no, porque si eres de ése tipo de hombres, seguramente eres tan douche que conseguirás novia a los 45 años.


En fin, el punto es que odio que hagan eso. De verdad es muy molesto; ni siquiera se sienten cosquillas, sólo se siente...molesto. 
Siendo yo una persona a la que se le dificulta decir las cosas directamente, primero sólo los alejo amablemente; después no-tan-amablemente los empujo, y después sólo digo "Dude, por favor deja de picarme las costillas. Me molesta mucho y me pone de malas" y claro, no hacen caso, les parece gracioso molestarme todavía más, y después se quejan cuando les doy un buen golpe en el estómago. 


No, la violencia no es la respuesta, pero sirve para alejar douchebags que no captan a la primera.
Just for the record: También me cagan los abrazos.




1.- Que me vean comer.
La gente que me conoce bien, sabe que odio con toda mi alma que la gente me vea comer. Salvo algunas excepciones con pocas personas a las que le tengo mucha confianza y ya, termina importándome un limón exprimido. 
Pienso que comer es algo que incluso debería de hacerse en privado. La gente mastica y hace ruidos y enseña sus dientes y se ensucia y cosas así... no sé, es bastante vergonzoso. Then again, es sólo mi opinión.


Lo que más odio de esto es cuando trato de comer discretamente frente a alguien, y este alguien nota que me siento incómoda y apenada. Eventualmente preguntan "¿Qué te pasa?" o algo así. Y yo respondo "Nada, es sólo que me incomoda que me vean comiendo" y es ahí cuando todo vale madres. En serio, alguien debería de callarme la boca antes de decir que algo me molesta, porque nunca falta el imbécil que se quiere hacer el chistosito y grita a los cuatro vientos "¡Oigan todos! ¡Hay que ver a Pol comiendo!" 


Oh wow, gracias, has comprobado en menos de dos minutos que eres un grandísimo pendejo. 
Seguro se sienten muy especiales y creen que son la primera persona a la que se le ocurre molestarme con eso y hacerme sentir más incómoda. Lamento bajarlos de su gran nube de egocentrismo, pero no, no requiere gran ciencia el intentar molestar a alguien. 


A ver, imbécil, si te digo que me odio que me vean comer, es nada más y nada menos porque ¡ODIO QUE ME VEAN COMER! Y no porque soy otra niñita estúpida a las que están acostumbrados que sólo quieren llamar la atención y responden a tus molestias con una risita estúpida y un "Aaaay yaaaaa, jijijijijji, nooooo"


Carajo, de verdad es molesto.
Carajo, soy una amargada.
Carajo, qué molesta es la gente. Qué molestos son los adolescentes, más bien. No, olvídenlo; qué molestos son todos.

domingo, 22 de enero de 2012

Exploding.

I've been having all of these little flashbacks, they get  mixed with my own reality, to the point where i don't know what's real and what's not. I don't know what have i dreamed and what have i lived. I don't know if i'm sober or not. I don't know myself anymore.


I don't even know if this is really happening.

martes, 3 de enero de 2012

Viajes perturbadores.

El día de hoy me encontraba muy tranquila escuchando música mala en el metro mientras regresaba desde el fin del mundo hasta mi casa. Seguramente estaba pensando en algo como galletas de chocolate cuando entró un viejito con un bastón y un gorro ruso, se veía como un viejito cool y alegre; sin dudarlo, me paré y le cedí mi lugar. El viejito cool me dijo "Gracias, señorita, qué amable" como tres veces, y yo le contesté  "Sí, no hay de qué" otras tres veces.
Yo me quedé parada junto a la puerta, por lo tanto, junto a él. A los pocos segundos de estar ahí, noté que el viejito apestaba a mota. "Ja, se debe estar divirtiendo mucho" pensé.


Vi que el viejito me decía algo, así que me quité los audífonos y le pedí que me repitiera lo que había dicho; lo repitió y yo no le entendí nada, y sintiéndome muy estúpida le pedí que lo dijera una tercera vez, y por fin escuché: "Que por qué traes tu disfraz" me preguntó riéndose mientras observaba mi gorro ridículo de lobo. 
"Pues nomás, para ahuyentar pájaros" Se me ocurrió decirle.
El viejito se rió y me preguntó "Es para el frío, ¿verdad?" y pensé en decirle algo como "No, la verdad es que es para guardar comida" pero mejor me reí asintiendo y esperando que no hiciera la plática, porque pues...sería incómodo y soy muy desconfiada.
Las leyes de Murphy fueron aplicadas, y en efecto, el viejito me empezó a hacer la plática.


"¿Y para dónde vas?" me preguntó.
"Bien lejos, por ahí por donde el viento da la vuelta" le respondí. 
"Ah, mira. Yo voy para Hidalgo...Sí llego en esta línea, ¿verdad?"
"Sí, sí es ésta"
"¿Y ya entraste a la escuela? ¿Qué estás estudiando?" me preguntó mientras se intensificaba su olor a mota.
"No estudio" Le mentí, y lentamente me acerqué a la puerta sonriendo porque me puse paranoica y me dio miedo que me preguntara tantas cosas, así que decidí cambiarme de vagón en la estación siguiente.
El viejito se río y dijo algo que no escuché. Llegamos a la siguiente estación y mientras salía, noté que él también había salido junto a mí. 


"Carajo, ¡debí alejarme antes, ahora me está persiguiendo! me va a secuestrar, me va a drogar y va a donar mis órganos. ¡Tengo qué defenderme! ¿Qué patada le puedo dar? ¿Grito como loca? ¿Corro? ¿Y si me caigo? ¿Lo aviento por las escaleras? ¿Y si me golpea? ¿Y si él me tira de las escaleras a mí? ¿Y si puede leer mentes y sabe que ya sé que me quiere asesinar y ya no puedo huir? ¿Y si es un loco y me tortura mientras me tenga secuestrada? ¿Y si me tortura con métodos de la Inquisición? ¿Y si viajó en el tiempo y en realidad es un sacerdote del siglo XVI? " Pensé de inmediato, pero luego volteé hacia arriba y noté que estábamos en la estación Hidalgo. 


Volteé hacia atrás, busqué entre la gente y vi que el viejito seguía ahí, unos cuantos pasos atrás de mí. Me vio y me sonrió.
"Bien hecho, Pol, tenías que bajar justo en la estación que él bajaba" pensé. 


Fingí perderme entre la gente y huí hacia los vagones de mujeres para esperar al siguiente tren, esperando que no me persiguiera, o que nadie en el siguiente tren me hiciera la plática y pretendiera asesinarme o secuestrarme.


Moraleja: debo dejar de usar gorros ridículos que provoquen que la gente me pregunte cosas. Y también debo ser menos paranoica...olvídenlo, sí debo ser paranoica